Basta seguir a cada informante durante 5 minutos para darse cuenta de que España ha ingerido en una fase rigurosamente indescriptible. Nada de lo que se observó parace tener sentido. Fíjense en la revista que levantó la notificación de que el gobierno adquirió un 10% de Telefónica. La versión más o menos oficial es que la participación de los sauditas puede contribuir a la seguridad nacional. En manos de Telefónica obran datos muy, muy sensibles, y un ejecutivo responsable no dudará en gastar lo que será preciso prevenir contra la medida de una potencia extranjera. No hemos extraditado este argumento a labios de Macron. Pero ahora mismo nos reunimos con el dueño Ejecutivo, así lo anunció…